Es una constante el estudio del efecto de la cafeína y el café en nuestra salud. Existen innumerables estudios al respecto con resultados sobre el impacto de su consumo en diferentes aspectos médicos.
Recientemente, la prestigiosa revista médica The New England Journal of Medicine ha publicado un artículo muy extenso con una revisión amplísima de los estudios realizados hasta 2020 bajo el título Coffee, Caffeine and Health elaborado por Rob M. van Dam, Ph.D., Frank B. Hu, M.D., Ph.D., and Walter C. Willett, M.D., Dr.P.H.
La conclusión es clara: la ingesta moderada de café es beneficiosa para la salud. La evidencia científica concluye que su consumo con cafeína no aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares ni de cáncer. De hecho, el consumo de 3 a 5 tazas estándar de café al día disminuye el riesgo de padecer varias enfermedades crónicas. El consumo recomendado en embarazadas o en proceso de lactancia es de 2 tazas diarias.
La publicación parte de la premisa de que el café y el té se encuentran entre las bebidas más populares en todo el mundo. Se han consumido durante cientos de años y se han convertido en una parte importante de las tradiciones culturales y la vida social. Ambas bebidas contienen cantidades sustanciales de cafeína, lo que convierte a este alcaloide en el agente psicoactivo más consumido. Es importante incidir en este sentido que la famosa “teína” es un término de marketing, puesto que el psicoactivo del té es también cafeína. También está presente en otras plantas, como el mate, y puede ser sintetizada químicamente para ser usada en procesos farmacéuticos y alimentarios.
La cafeína se usa ampliamente como tratamiento para la apnea del prematuro en bebés, y se usa frecuentemente en farmacología junto con los analgésicos para potenciar su efecto.
El café es la fuente predominante de cafeína ingerida por los adultos, mientras que los refrescos y el té son fuentes más importantes de cafeína ingerida por adolescentes
Desde hace tiempo, se creó la preocupación sobre las posibilidades de que el café y la cafeína pudieran aumentar los riesgos de cáncer y enfermedades cardiovasculares; Igualmente, se observaban evidencias de sus beneficios sobre la salud. Por lo tanto, han sido constantes los estudios e investigaciones sobre los efectos del café y la cafeína en la salud.
Un tema clave en la investigación científica señalado en el artículo de referencia ha sido la diferencia entre cafeína y consumo de café. El café, además de la cafeína, contiene cientos de otros fitoquímicos biológicamente activos, incluidos polifenoles como el ácido clorogénico y los lignanos, el alcaloide trigonelina, melanoidinas. formados durante el tostado, y cantidades modestas de magnesio, potasio y vitamina B3 (niacina).
Estos compuestos de café pueden reducir el estrés oxidativo, mejorar el microbioma intestinal y modulan el metabolismo de la glucosa y las grasas.
La publicación aborda los estudios realizados hasta 2020 sobre los siguientes aspectos de la cafeína y el café:
- Absorción y metabolismo
- Efectos beneficiosos sobre el rendimiento cognitivo y dolor
- Efectos sobre el sueño, la ansiedad y la hidratación y síntomas de abstinencia
- Efectos tóxicos
- Café, cafeína y el riesgo de Enfermedad Crónica
- Presión arterial, lípidos en sangre, y enfermedades cardiovasculares Control de peso, resistencia a la insulina, y diabetes tipo 2
- Litiasis
- Cáncer y enfermedades del hígado
- Enfermedades neurológicas
- Mortalidad por cualquier causa
La conclusión es que el consumo de café es beneficioso para la salud, si bien se debe reducir su ingesta (a 2 tazas diarias) en los siguientes supuestos:
- Embarazo y lactancia
- Cuando se toman anticonceptivos orales (prolonga la vida media de la cafeína en sangre)
Efectos beneficiosos del Café
Sobre el rendimiento cognitivo y dolor
En dosis moderadas (40 a 300 mg), la cafeína reduce la fatiga, aumenta estado de alerta y reduce el tiempo de reacción.
Su ingesta también mejora la vigilancia durante las tareas de larga duración tales como conducir a larga distancia o pilotar aviones. Sin embargo, estos beneficios mentales no sustituyen el descanso mediante el sueño.
Ayuda a aliviar el dolor junto con analgésicos comunes. Los analgésicos funcionan mejor si los tomas con café.
Lo que también queda demostrada es su contribución al alivio del dolor añadida a agentes analgésicos de uso común. Específicamente, una revisión de 19 estudios mostró que 100 a 130 mg de cafeína añadidos a un analgésico aumenta la proporción de pacientes con un alivio exitoso del dolor.
Efectos sobre el sueño, la ansiedad y la hidratación y síntomas de abstinencia
Si bien todos hemos comprobado que con la ingesta alta de café nos cuesta conciliar el sueño, los estudios demuestran que un consumo moderado de café con cafeína no produce insomnio si lo evitamos al final del día.
En cuanto a su influencia en la ansiedad, en dosis por debajo de los 200 mg (2 tazas) y durante la primera mitad del día no produce efectos adversos en personas muy sensibles.
El café también tiene un efecto diurético pero no produce deshidratación en dosis moderadas (de 4 a 6 tazas diarias)
Dejar de consumir cafeína después del consumo habitual puede provocar síntomas de abstinencia, que incluyen dolores de cabeza, fatiga, disminución del estado de alerta y estado de ánimo deprimido, así como síntomas similares a los de la influenza en algunos casos. Estos síntomas típicamente alcanzan su punto máximo de 1 a 2 días después del cese de la ingesta de cafeína, con una duración total de 2 a 9 días, y se puede reducir disminuyendo gradualmente la dosis de cafeína.
Café, cafeína y el riesgo de Enfermedad Crónica
Presión arterial, lípidos en sangre y enfermedades cardiovasculares
Los metanálisis de ensayos de mayor duración indican que la ingesta aislada de cafeína (es decir, cafeína pura, no en forma de café u otras bebidas) aumenta modestamente la presión arterial sistólica y diastólica. Sin embargo, no se encontró ningún efecto sustancial sobre la presión arterial en los ensayos de café con cafeína, incluso entre personas con hipertensión, posiblemente porque otros componentes del café, como el ácido clorogénico, contrarrestan el efecto de la cafeína que aumenta la presión arterial.
De manera similar, en estudios de cohortes prospectivos, el consumo de café no se asoció con un mayor riesgo de hipertensión.
En cuanto a la concentración de cafestol, un compuesto que aumenta el colesterol, es alta en el café sin filtrar, como prensa francesa, turca o escandinava, café hervido intermedio en espresso y cafetera moka; e insignificante en café filtrado por goteo, instantáneo y de percolador. El consumo moderado de café filtrado puede ayudar a controlar los niveles de colesterol sérico.
Los estudios experimentales en humanos indican consistentemente que el consumo de hasta 6 tazas estándar de café filtrado con cafeína por día, en comparación con el no consumo de café, no está asociado con un mayor riesgo de estos accidentes cardiovasculares en la población general o entre personas con antecedentes de hipertensión, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
De hecho, el consumo de café (de 3 a 5 tazas diarias) se asoció con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. A la inversa, se ha observado una mayor asociación de obstrucción de las arterias coronarias, los accidentes cerebrovasculares y la muerte por causas cardiovasculares entre los no consumidores de café.
Control de peso, resistencia a la insulina, y diabetes tipo 2
Los estudios metabólicos sugieren que la cafeína puede mejorar el equilibrio energético. Reduce el apetito y aumenta la tasa metabólica basal y la termogénesis inducida por los alimentos, posiblemente a través de la estimulación del sistema nervioso simpático y el desacoplamiento de la expresión de la proteína 1 en el tejido adiposo marrón.
Por lo tanto, el consumo de café ayuda a perder peso o a no engordar.
Los ensayos también respaldan un modesto efecto beneficioso de la ingesta de cafeína sobre la grasa corporal. Sin embargo, todo este beneficio desaparece si se consume con azúcar.
La ingesta de cafeína reduce la sensibilidad a la insulina a corto plazo. El consumo habitual de café se ha asociado con una reducción del riesgo a adquirir diabetes tipo 2.
Cáncer y enfermedades del hígado
Los resultados de muchos estudios proporcionan pruebas sólidas de que el consumo de café y la cafeína no se asocia con un aumento de la incidencia de cáncer o una mayor tasa de muerte por cáncer. Por el contrario, su consumo sí se relaciona con menor riesgo de melanoma, cáncer de piel no melanoma, cáncer de mama y cáncer de próstata.
Algunos estudios sí lo relacionan con un ligero incremento en los cánceres de endometrio y el hepatocelular.
Sin embargo, lo que sí ha variado la evidencia es la percepción de otros tiempos sobre el café asociado con otros aspectos de la salud del hígado, incluidos niveles más bajos de enzimas que reflejan el daño hepático. De hecho, la evidencia muestra que la cafeína puede prevenir la fibrosis hepática. En línea con esta observación, un ensayo mostró que el consumo de café con cafeína reduce los niveles de colágeno hepático en pacientes con hepatitis C. Además, los polifenoles del café pueden brindar protección contra la esteatosis hepática y la fibrogénesis al mejorar la homeostasis de las grasas y reduciendo el estrés oxidativo.
Litiasis
El consumo de café se ha asociado con un menor riesgo de cálculos biliares y de cáncer de vesícula biliar, con una mayor asociación para el café con cafeína que para el café descafeinado, lo que sugiere que la cafeína puede tener un efecto protector.
Su consumo puede prevenir la formación de cálculos biliares de colesterol inhibiendo la absorción del líquido de la vesícula biliar, aumentando la secreción de colecistoquinina y estimulando la contracción de la vesícula biliar. También se asoció con menor riesgo de cálculos renales.
Enfermedades neurológicas
Todos los estudios realizados en Estados Unidos, Asia y Europa han demostrado una fuerte asociación entre la ingesta de café con cafeína y el riesgo de enfermedad de Parkinson.
Además, la cafeína previene la enfermedad de Parkinson en modelos animales.
El consumo de café y cafeína también se ha asociado con riesgos reducidos de depresión y suicidio en varios estudios realizados en Estados Unidos.
Mortalidad por cualquier causa
El consumo de 2 a 5 tazas estándar de café al día se ha asociado con una reducción de la morbilidad en la totalidad de estudios realizados. La confusión por el estado de salud inicial podría ser una preocupación, pero el consumo de café se asoció con una menor mortalidad en análisis restringidos a participantes sin enfermedades crónicas o mala salud autoevaluada al inicio del estudio y después de la exclusión de los primeros años de vida. El consumo de café con cafeína y el consumo de café descafeinado fueron asociado de manera similar con un riesgo reducido de muerte por cualquier causa.
Efectos de la ingestión de cafeína durante el embarazo
Una ingesta de cafeína superior a 2 tazas por día se ha asociado con un menor peso al nacer y un mayor riesgo de pérdida del embarazo.
Se han observado asociaciones con bajo peso al nacer tanto para el café como para el té (en una población predominantemente bebedora de té) y mostraron una relación dosis-respuesta, sin un claro umbral. Por el contrario, la asociación entre la cafeína y la pérdida del embarazo no fue significativa en niveles más bajos de ingesta y puede haber sido afectada por el sesgo de publicación.
Aunque la evidencia de los efectos adversos de la cafeína en la salud fetal no es concluyente, la prudencia sugiere limitar el consumo de cafeína durante el embarazo a un máximo de 200 mg por día.
Efectos tóxicos de la cafeína
Los efectos secundarios de la cafeína en niveles muy altos de ingesta
incluyen ansiedad, inquietud, nerviosismo, disforia, insomnio, excitación, agitación…
Se estima que se producen efectos tóxicos con ingestas de más de 180 mg por litro, que corresponde a una ingesta estimada de 8,8 g de cafeína. Intoxicación por cafeína por el consumo de fuentes tradicionales de cafeína como el café y el té son raros porque tendrían que consumirse de 75 a 100 tazas de café estándar en un día.
